Una noche lluviosa, la ciudad estaba totalmente inundada. Los ríos de agua superaban los niveles de las banquetas. Ellos portaban su vestuario impecable, pero parecía que tendrían que cancelar la presentación porque no podían ni bajar del autobús. Entonces Mario Gutiérrez se dobló los pantalones de la parte inferior hasta que se asomaran sus rodillas y dijo: “sí habrá música, se bajó del autobús y se cruzó la calle”. Una gran lección de respeto a la profesión.
La disciplina y profesionalismo de los Ángeles Negros, al igual que su talento, son valorados por su público, al unísono corean sus canciones: “Murió la flor”, “Déjenme si estoy llorando”, “Y volveré”.
Cuando arribaron a México, estos músicos chilenos sólo cargaban con sueños de fama. Ahora Los Ángeles Negros están cumpliendo 55 años de trayectoria artística y celebran con su público, aunque de aquellos fundadores sólo queda un elemento.
Los años pandémicos fueron dolorosos, pues se apagaron todas las luces del escenario cuando se vieron obligados a cancelar todos los conciertos. Entonces tenían agenda llena. Pero lo más triste fue cuando murió quien fuera como su padre, el vocalista y fundador del grupo Mario Gutiérrez, quien tenía 71 años de edad. El público recuerda su voz desgarradora al interpretar las canciones de desamor.
Los Ángeles Negros en los últimos meses han tenido que reconstruir sus alas para poder volar de nuevo. Tienen preparado para este 2023 una gira internacional que comprende el continente americano y europeo.
La agrupación de música romántica, aún viviendo su duelo, intenta acariciar los recuerdos para hacer un homenaje a su líder moral. La disciplina, la exigencia, dar siempre el cien por ciento a su gente.
“Es complicado lo que estamos viviendo, perder a nuestro líder.
No sabíamos que iba a continuar, no sabíamos que seguiríamos con su
legado», nos comentó su vocalista Jaziel Muñoz.
El cariño que
su público les ha demostrado les inyecta energía para subir al escenario: “el
cariño de la gente ha sido maravilloso”, destaca su tecladista Pepe Escalante.
Incluso portar el uniforme de Los Ángeles Negros en cada presentación tiene su propio peso, la trayectoria pesa, reconocen los nuevos integrantes. Los nervios desaparecen cuando comienza la primera canción del repertorio. La misión es una sola “que la gente sienta, viva, vibre y llore al cantar”.
La legendaria agrupación musical continuará con las colaboraciones de artistas jóvenes y populares para que sus canciones sigan viviendo en el corazón de su público.