La fe no es posesión de todos, dicen las Sagradas Escrituras. Una persona puede ser despojada de su patrimonio y su salud, pero si tiene una fe firme, esa única posesión puede sacarle adelante de la adversidad cada día.
Su familia es un claro ejemplo de ello, cada uno de los miembros enfrenta pruebas difíciles de salud, económicas y emocionales; sin embargo, permaneciendo juntos apelando a la herencia espiritual que les otorgaron sus progenitores intentan sobrellevar los malos momentos y salir avante.
Francisco, su esposa Carolina y su hijo Emmanuel se abrazan amorosamente cada uno conforme sus habilidades se los permiten. Caro, una bella mujer que enfrenta una paraplejia desde hace siete años, enfermedad que no la vence aunque la haya dejado postrada en una cama. Su familia se mantiene unida.
Su hijo lleva una rutina totalmente diferente a la de cualquier adolescente, él se encarga con valentía de hacer los ejercicios físicos y de cuidarla. Aprendió a hacerlo cuando Carolina tuvo el infarto cerebral, él tenía tan solo 12 años de edad.
Su esposo Francisco le cuida con esmero y dedicación. Su amor se percibe desde la forma en que la abraza para reacomodarla en el colchón hospitalario y le endereza su cabeza en la almohada, o en una cucharada de alimento que le pone en su boca.
Ellos han creado una forma de comunicación única, que incluye un alfabeto personalizado con base a parpadeos para identificar si su ser querido requiere estar sentada, ser enderezada o si tiene comezón en un pie y requiere de masaje, por ejemplo.
Ella ama las playas de Cancún y en su mente vuelve una y otra vez el deseo de volver a mojar sus pies en la arena blanca y el agua azul transparente mientras juega con las olas acompañada de su esposo y su hijo.
A la par de cualquier sufrimiento que han enfrentado hasta el momento también han sido testigos de múltiples milagros que en lugar de arrebatarles la fe, ésta posesión se ha fortalecido. Esta familia es una clara prueba que la luz brilla en medio de la oscuridad. La vida es la luz de los seres humanos.
Tú puedes colaborar en ellos para la atención médica de Carolina:
Francisco Gómez Trujillo
BBVA 4152-3139-0407-5731
Texto: Adriana Luna / Fotos: Especial
