Livier Sánchez hace una semana sepultó a su bebé recién nacido, hoy se puso los tenis y regresó a su pasión: las carreras. Ella le dedica a Aramis Javier su esfuerzo deportivo, corre con una carriola con lo más preciado, una fotografía de su bebé.
“Tenía un síndrome muy raro que incluía problemas cerebrales, cardiacos, pulmonares, gastrointestinales. Durante mi embarazo dejé de correr, pero antes solía correr como maratonista”, os explica.
Aramis fue el último bebé de esta atleta. “Tengo una hija de 18 años, un embarazo gemelar que no terminó y Aramis fue mi último bebé”, añade.
Livier corre al lado de su hija mayor Aria Livier, dándole amor a su madre para salir del duelo.
“La acompaño a correr desde sus inicios, cuando corría cinco kilómetros. Yo nunca logré correr distancias largas, pero siempre me gusta acompañarla siempre en sus entrenamientos”.
Juntas miran con cariño la fotografía adentro de la carriola. Al final de la carrera, Livier cuelga la medalla en la carriola, dedicando la carrera a Aramis porque su vida cada minuto respirando fue valiosa y la inspiró para seguir adelante.
“Le prometí que lo sacaría a correr también a él, ya so se pudo, entonces ahora lo hacemos en su mejoría”, nos dice su madre.
Kalimán
Las calles del municipio de Zapopan se llenaron de atletas con turbantes en honor de un ultra maratonista llamado Pedro Alatorre, de 72 años de edad, que siempre corre con un turbante y traje blancos y una capa roja, el uniforme de Kalimán.
Pedro siempre estimula a niños y grandes a ponerse los tenis y salir a correr, da consejos para recorrer grandes distancias. Al pasar junto a los atletas siempre se escucha “ánimo Kalimán”, él responde con una sonrisa y responde “adelante, amigo, adelante”.
Convenido de que la vida es bella, este maestro jubilado se pone diversos retos como atleta, recientemente en Toronto, Canadá concluyó con 400 maratones. Lleva casi 20 ultra maratones. Y seguirá corriendo e inspirando a otros mientras permanezca vivo y sano. Se enfoca especialmente en los niños.
“Si los niños dejan de estar sentados viendo la televisión o jugando con aparatitos, con eso soy feliz. El ejercicio es básico para estar bien. Las estadísticas en México nos hablan de niños sedentarios, que después se enferman o tienen obesidad. Hay que hacerlos amar el ejercicio, correr, nadar o lo que ellos quieran, pero que se muevan”.
Indígena náhuatl
José Ángel Tomás tiene 88 años y luce orgulloso su medalla tras haber completado la meta de 10 kilómetros. “Corro mientras puedo, hace 10 años comencé a correr, casi a los 80. Soy de un rancho llamado Santa Gertrudis en Tamazula, soy indígena de la etnia náhuatl, por eso soy buen corredor”, nos dice.
Pedro, Livier y José con tenis sostienen sus alegrías, tristezas, retos y propósito de vida, aunque no se conocen entre sí, por separado pero juntos recorren decenas de kilómetros en las calles del municipio de Zapopan, en una carrera organizada por la Comisión Municipal del Deporte, mientras inspiran a propios y extraños.
Texto y foto: Adriana Luna
