Yuri Mendoza ama sentir el aire acariciando su rostro, sus piernas recorren varios kilómetros mientras su mente avanza por millas. Cada que se abrocha los tenis sabe que correrá hacia una introspección en busca de algún destino, que ni siquiera conoce.
“Para mí correr es meditación en movimiento. Es un punto de conexión. La vida es una invitación a desafiarte a ti mismo, a que te pongas incómodo para realmente darte cuenta de tus capacidades. Yo corro desde hace más de 16 años. Creo firmemente que el éxito no está en las metas alcanzadas, está en cada paso para decidir seguir adelante a la meta. La vida te pone a prueba”, nos explica.
Ella como atleta se enfrentó a lesiones, a luchas internas y externas, mientras se preparaba para una de sus metas. Había calificado cuatro veces para el Maratón de Boston, hasta que su rodilla la obligó a pausar, tenía que entrar a quirófano para una dolorosa intervención quirúrgica. Parecía que había perseguido al viento durante mucho tiempo, estaba destrozada.
“Al final, si no es el resultado que tú esperabas. Tienes dos opciones: te llenas de frustración o lo transformas, un principio que compartes en resiliencia, poner en positivo todo lo sucedido, que no precisamente te gusta. Se trata de resiliencia, esperanza, paciencia y gratitud”.
Correr con el alma no se refleja en tu cuerpo, sino “en el proceso que te lleva a ser la persona en la que te has convertido. Más que alcanzar la meta, calificar el proceso, ver la persona en la que te has convertido para llegar ahí. Correr es meditar, es un punto de conexión”.
Yuri Mendoza presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) su segundo título, ‘Rompiendo límites’, en sus páginas da conocer los principios de éxito a través del deporte y cómo retarse más allá de lo imaginable. Es más que cambiar de carril.
“Correr es derrumbar tu pared mental. Correr para mí se ha vuelto más que un deporte, un estilo de vida. Ha cambiado mis hábitos, mi vida. Después, es encontrarte a la gente y que te agradece porque la ayudaste a salir de una depresión y retomar el rumbo de vida”.
El primer libro autoría de Yuri Mendoza se titula “La Viajera” debido a que narra sus experiencias como turista mochilera por diversas ciudades europeas en un viaje de introspección. El recorrido sin destino tuvo un inicio emocional “caigo en depresión derivada a una cirugía de rodilla y la muerte de mi abuela”.
Fue frustrante tras ser una mujer con mucha actividad, estar obligada a vivir una etapa prácticamente estática. “Eso me lleva a viajar. Al principio no tenía boleto de regreso, pero también habla de la pandemia porque me obliga a regresar el tema del COVID-19. Es una transformación personal. El viaje cambia la vida, es más allá de ir de museo en museo, es lo que vas encontrando de ti misma ante los escenarios que observas”.
La vida se trata de tener un maratón propio, ese que exige intensidad, propósito, una meta fija que sin importar el escenario que se tenga enfrente, hay que alcanzarla.
“Me decido a escribir desde el corazón, la intención es tocar otras vidas más allá. Es un viaje al interior. Escudriñar el alma y el corazón buscando las respuestas que siempre están dentro de ti, pero normalmente uno las busca afuera”.
Finalmente, el verdadero éxito en la vida, no se mide con números sino con la pasión con la que se enfrentan los desafíos.
Texto y foto: Adriana Luna