En un deporte dominado por las mujeres, Abner Monter Da Silva, jovencito nacido en Guadalajara, rompe paradigmas, con fuerza y entereza demuestra a México y al mundo su pasión por la natación artística.
Abner tiene 16 años, desde pequeñito tenía una energía interminable. Su padre José Luis y su madre Elisa pronto notaron que destacaba en distintos deportes: futbol soccer y americano, natación, clavados. Pero definitivamente nunca era tan feliz como cuando hacía piruetas en el agua, como su hermana Iara. La natación artística se volvió su pasión. ¿Cómo lo haría si solo hay sirenitas? ¡Volviéndose el primer varón del equipo!
La valentía es una característica en la personalidad de Abner. Cuando era bebé sufrió quemaduras de segundo grado en sus piernas. Los médicos expresaron a sus padres un pronóstico desalentador, era grande la posibilidad de que le fueran amputados los dedos de sus pies. Sin embargo, el bebé soportó todo el tratamiento y superó el reto de vida.
¿Cómo se vuelve ‘sirenito’?
Abner amaba acompañar a su hermana a los entrenamientos de nado sincronizado en el Club Atlas y en el CODE. Junto con sus padres iban a las competencias, el pequeño se convirtió en el amuleto del equipo porque ‘traía buena suerte’. Así, poco a poco, se volvió parte del equipo, las niñas lo amaban.
Durante la pandemia de COVID-19, la entrenadora lo invitó a meterse a la piscina para practicar en lugar de observar solamente. Abner estaba acostumbrado a ejercitarse, pero ninguna de sus disciplinas deportivas había regresado aún. ¡Ahí le cambió la vida! Ser el único niño del equipo jamás lo intimidó, al contrario, se sentía libre cada que se metía al agua. Así que rompió paradigmas como el primer niño jalisciense en un equipo de natación artística.
En la mente de Abner no hay cabida para la discriminación, él asume las diferencias en el cuerpo de la mujer y del varón: “los hombres tienen más fuerza física, las mujeres son más flexibles. Este es un deporte de apreciación, tenemos que vernos iguales”, dijo.
Poco a poco llegaron las competencias: Calaveras y Copa Jalisco. Ahora es seleccionado para los Juegos Panamericanos y el Mundial. Sigue siendo el único varón del equipo. Ya radica en CDMX para recibir el entrenamiento profesional. Su sueño es ganar una medalla en competencias internacionales como ‘sirenito’ mexicano.
“Estar lejos de mis papás en esta preparación para el Mundial ha sido una etapa nueva, un cambio total. Es una experiencia única que tengo que aprovechar para foguearme y más que nada pensar en el futuro. En esta preparación estoy viviendo día por día, no pienso en semanas o meses. Vivir el día. Vivir solo, ha sido una etapa de madurez. Hay que afrontar las cosas, ver la realidad, que no siempre vas a estar con tus papás”
“Las semanas de entrenamiento han sido muy pesadas, física y emocionalmente, pero hay que ir acostumbrándose. Es diferente la ciudad, las personas, te tienes que adaptar porque de lo contrario no avanzas”, comentó.
La falta de apoyos a los atletas de alto rendimiento por parte del Gobierno Federal no es sólo en el primer equipo, ni siquiera voltean a ver a los menores. Los padres asumen prácticamente todos los gastos para que sus hijos salgan a competir al extranjero representando a México. El COMUDE Zapopan es la única institución gubernamental que ha apoyado a Abner con algunas de sus necesidades como atleta de alto rendimiento.
La selección nacional de natación artística está integrada por una docena de elementos: seis atletas son jaliscienses, cinco del Estado de México y uno de Querétaro. Abner hace dueto con Constanza Padilla para la competencia en mixto. Ya están totalmente en concentración.
La mente y el cuerpo de Abner maduran con cada día de entrenamiento. La pasión por su deporte le motiva a seguir adelante con metas bien definidas. El ‘sirenito’ no permite que ninguna red lo atrape. Él nació para nadar y mostrar su fuerza y su arte al mundo sin perder su voz propia.
Con su compañera de dueto mixto
Texto: Adriana Luna