La tecnología está transformando la industria cinematográfica, en todo el proceso, no solo el rodaje, pero si se aprovechan sus bondades podrían lograrse producciones maravillosas, dice convencido Elliot Grove, fundador de Raindance Film Festival.
El productor de cine oriundo de Canadá pero radicado en Londres confía en la juventud y sus nuevas ideas creativas:
“Nosotros necesitamos su visión, su espíritu, para que nos ayuden a los viejos a comprender los cambios enormes que pasan el mundo actual. Sin la juventud no se puede sobrevivir”.
Las generaciones que hicieron el cine dorado, como los que pertenecen a la nueva época pueden trabajar juntos, respetarse y aprender mutuamente.
“Es un poco de ambos, yo soy viejo y cometo errores, entonces cuando los jóvenes encuentran los mismos errores podemos entender que hay soluciones de distintas caras con toque fresco y original. Me gustaría pensar que ambos aprendemos mutuamente”.
¿Cuál es la diferencia en el mundo de la cinematografía cuando arribó la tecnología y la postproducción? Elliot Grove reconoce que hay riesgos sobre todo si impera el interés económico y no el artístico.
“Tecnología hace todo super fácil. La diferencia de las nuevas tecnologías es que son inventadas por técnicos y se las dan a los creadores. Cien años atrás eran los hacedores de cinematografía quienes hacían la tecnología, pero ahora es diferente. Algunos de inventores de la nueva tecnología no quieren dar toda la creatividad para mantener lucrativos los modelos de negocio. Pero mantengo la esperanza de que lo viejo y lo nuevo pueden trabajar unidos porque sin eso la sociedad podría perder”.
El cineasta se dice fascinado por la cultura mexicana, al grado que está deseoso de aprender el idioma español.
“México tiene gran música, comida fantástica, clima caluroso. Ustedes saben ponerle sazón a la vida y su creatividad es envidia del mundo entero. Yo amo venir a México, es un lugar maravilloso y justamente necesito aprender español”, finalizó.
Texto: Adriana Luna