Flora tiene discapacidad motriz, no puede mover sus extremidades superiores e inferiores, sin embargo, su capacidad mental y creatividad son imparables. Ella duró años buscando empleo, pero nadie le daba una oportunidad porque “era discapacitada”. Esta joven mujer estaba convencida de su potencial. La tecnología le abrió una ventana de oportunidades, hoy usa su voz para programar y trabaja en una famosa empresa multinacional.
“Esta persona tiene una discapacidad móvil. Tenemos un cliente internacional especializado en Internet, se dispusieron todas las herramientas adecuadas para que ella pudiera trabajar. Ella es programadora y todo lo hace a través de la voz, no necesita un teclado, ni siquiera una pantalla. Ella está super feliz, que la vida le cambió, está super comprometida con la empresa. Hoy está haciendo un trabajo fantástico. Nuestro cliente está enamorado de ella. Las limitaciones y los bloqueos los pone cada uno, simplemente hay que buscar el cómo y que tenga las herramientas necesarias”, comentó Raúl Gil Luna, director global Delivery Center HCLTech México.
La tecnología implica dos vías: ver todos los trabajos que pueden ser desempeñados por una persona con habilidades diferentes y cerciorarse que no hay nada que le impida hacer el trabajo.
“No discriminar a nadie y facultarles para hacer el trabajo. Las personas que tienen alguna discapacidad son más estables (en los puestos laborales) revelan estadísticas, eso puede ser una ventaja. La más emocionante es el aspecto tecnológico que puede hacer la vida más amable a una persona con discapacidad. Incluso inventar algo para mejorar lo sistemas de visión, audición pueden facilitar la inclusión de personas (en el mundo laboral). ¡Imagínense una silla de ruedas que permita a la persona ponerse de pie!”, añadió Luis del Río, director de Recursos Humanos de la multinacional.
La transformación digital puede verse incluso con las propias empresas dedicadas a la tecnología, por ejemplo, hace medio siglo nació HCL Technologies, que en México tiene 15 años, entonces había 25 personas y un solo cliente, ahora cuenta con casi 2,500 empleados y 90 clientes nacionales y extranjeros. Ésta compañía cuenta con más de 150 personas apoyando a empresas en el área de SAP (Systems Applications and Products in Data Processing), desde infraestructura a desarrollo, dependiendo de las necesidades.
“Tenemos planes de crecer al doble en los próximos 18 meses. La pandemia nos dejó claro que la actualización, digitalización, inteligencia artificial son indispensables para ofrecer mayores herramientas y mejor velocidad de respuesta para las necesidades de los negocios”.
Hay un chip que falta por ubicar en el sitio idóneo, es el de la confianza.
“Confiar en la tecnología como una amiga que nos ayuda a ser más eficientes y hacer el trabajo con calidad. Confiar en una generación de chavos que trae la mente abierta, creativa. El brinco tecnológico que han dado México y el mundo, post-covid, ha sido enorme, fue un parteaguas. La tecnología es una necesidad, no un lujo”.
La pandemia transformó el mundo de los negocios, la academia, los gobiernos. La inteligencia artificial se vuelve indispensable.
“Hoy todo es velocidad, es información, tecnología. Si nosotros no abrazamos esas tres herramientas estamos completamente fuera. El primer contacto con una computadora lo tuve a los 20 años, hoy nuestros hijos y nietos nacen con eso (tecnología). Tenemos responsabilidad de entrenar a los jóvenes, ponerlos donde hay y crecerlos para que tengan un futuro”.
El vínculo entre gobierno, academia y empresas es vital para lograr las herramientas y que los jóvenes puedan prepararse y desarrollar habilidades que demanda el mundo. Actualmente sólo uno de cada 15 estudiantes entra a una ingeniería tecnológica.
“Le tienen miedo a las matemáticas, pero hay un mundo detrás, es labor de las autoridades, academias y las empresas, dar becas y financiamientos pero falta más, México pudiera ser un monstruo en ese sentido para atender la demanda que está afuera”, añadió Gil Luna.
Texto: Adriana Luna