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La visión de Sol ilumina a la infancia

Sol nació ciega, pero su visión única sobre el mundo y la seguridad le permiten compartir su experiencia y consejos a niños de educación básica para crear en ellos la conciencia de la inclusión y la autoprotección. Siempre la acompaña Tanner, su perro guía.

Sol nació ciega, pero su visión única sobre el mundo y la seguridad le permiten compartir su experiencia y consejos a niños de educación básica para crear en ellos la conciencia de la inclusión y la autoprotección. Siempre la acompaña Tanner, su perro guía.

Sol nació el 16 de mayo 1978, a los seis meses de gestación, largo tiempo pasó en incubadora neonatal y logró sobrevivir. A los cuatro meses, sus papás recibieron la noticia de que estaba ciega. Desde ese día ellos tenían claro que su hija “no sería una ciega más”, jamás se compadecieron, era la cuarta de cinco hermanos varones, tenía que enfrentar la vida, ser independiente y triunfadora. Sus hermanos tampoco la veían como una ciega, la enseñaron a andar en bicicleta y a trepar árboles. Siempre la incluían en las travesuras.

Sol no sería Hellen Keller quien “al principio vivía como un animalito que la tuvieron que educar, su maestra fue muy paciente con ella, la hizo que destacara y fuera brillante”

“Claro que fue un golpe duro para mis papás, pero ellos me dieron todas las herramientas. Mi mamá dijo: ‘Yo no quiero que mi hija sea una ciega más’. Así que nunca hubo sobreprotección. Al contrario, me llevaron a una guardería para que socializara, y me subía a los árboles, aventaba mis zapatos a un baldío, iba a los cuneros y les quitaba el pañal a los bebés. Siempre fui una niña inquieta y exploradora. Siempre fui muy audaz, desde chiquita mis hermanos me enseñaron a andar en bicicleta, en patines, en patineta. Obviamente me estrellaba. Era súbete, te vas a caer, ¡llégale!”, nos explica.

Los encontronazos con un mundo inequitativo fueron en escuelas convencionales, los compañeros que le hacían bromas aprovechándose de su ceguera. En la Escuela para Niñas Ciegas aprendió a leer en braille, a usar el bastón. Ir a escuelas con diversos niños en secundaria, preparatoria y universidad fue retador, pero se forjó su personalidad y entereza.

“Fue un reto muy importante. En la secundaria viví mucho bullying por el tema de aceptación. Se burlaban. Yo lo escuchaba. En la adolescencia, chantajeaba a mis compañeros para que me ayudaran con las tareas, hasta que comprendí que no era su obligación ayudarme. Cuando le decía a mi mamá que ya no quería estudiar, ella me contestaba: ‘mira Sol, tus papás no vamos a ser eternos, piensa qué pudiste hacer para que tus compañeros reaccionaran así’. Los niños eran crueles, fue triste y duro”, recuerda.

“Mis papás me dieron dos opciones, dejaba la escuela y me ponía a trabajar vendiendo dulces o me iba a un camellón con un letrero: ‘no puedo estudiar por ser ciega’. Yo les dije: ¡no, cómo creen! Entonces me ponían entre la espada y la pared, me hicieron reconocer que me había equivocado. Lloré mucho, pero yo no quería ser una ciega más. Cuando acepté que las cosas no se lograban chantajeando, ni manipulando les ofrecí disculpas a mis compañeros. También me dije, no voy a permitir que me hagan bullying. Fue una gran lección de vida”.

Finalmente, Sol se graduó de la Licenciatura en Comunicación y estudió una maestría en Comunicación Estratégica. Hoy está casada, su esposo tampoco puede ver, pero eso no es impedimento para tener una vida de familia feliz, junto con su hijita. Sol disfruta cada día, reconoce que “también tengo mis días de depre, pero en general soy una persona muy sociable, alegre”.

Sol trabaja en el área de Prevención del Delito en la Policía de Guadalajara. Desde hace 19 años impulsa un programa educativo de inclusión: “No soy policía, soy personal administrativo dentro de la Policía de Guadalajara. El destino me trajo. Primero fue en la Policía de Monterrey, luego aquí. ¡Me gusta mucho!”, explica.

Recuerda que no fue fácil ingresar al cuerpo policiaco, eran pocas las mujeres, ella no tenía capacitación policial, tenía una discapacidad y un perro guía que llevaba por doquier. También enfrentó bullying, pero cada uno de los obstáculos fue venciéndolos con entereza y valentía.

En las escuelas a donde va todos los días, Sol no puede ver la cara de curiosidad, emoción y admiración de los niños que la observan cuidadosamente. “¿Cómo ves los colores? ¿qué se siente ser ciega? ¿te han asaltado? ¿cómo identificas los billetes? ¿te ha perdido tu perro? ¿cómo caminas en la calle? ¿cómo hiciste a tu hija?”, le llueven las preguntas de los pequeños. Ella pacientemente responde una por una, incluso con sentido del humor.

Hace reflexionar a los niños de que ellos pueden cambiar el mundo amando lo que hacen, disfrutando lo que tienen y ayudando a otros. Les hace recomendaciones al tratar con las personas ciegas que se encuentran en las calles, desde el respeto al asiento color amarillo que está en las unidades de transporte, les insiste que aunque ellos puedan ver no deben distraerse en la calle con los celulares para evitar accidentes o ser víctimas de delincuentes. Así, Sol junto con Tanner su perro guía, disfrutan al iluminar el camino de los niños tapatíos.

Texto: Adriana Luna / Fotos: Adriana Luna y Especial

1 Comentario

  1. Patricia Rico

    octubre 2, 2024 at 10:20 am

    Tengo la bendición de contar con su amistad y soy testigo de su luchas y éxitos, un ejemplo de vida , también ver la excelente labor de Licho, su mamá, que camino con ella, iba a la escuela con ella, impulsó su independencia y le dio verdaderas alas para vivir todos sus procesos de vida. Sol te quiero y admiro, la vida no te ha sido fácil pero has demostrado que con fe y actitud se triunfa como persona, como mujer, como , hija, como esposa, como madre y siempre demostrando que todo es posible , solo hay que decirle “ SI A LA VIDA”

  2. Barbara Upmeyer

    octubre 2, 2024 at 9:42 pm

    Qué historia tan buena. Orgullosa de conocerte y felicitaciones con tu chiquitita

  3. Marta Vázquez Dieguez

    octubre 3, 2024 at 6:17 pm

    El mejor ejemplo de vida!! Felicidades Sol, eres una triunfadora!!!

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