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¡Renacer, la misión de Katya Echazarreta!

Katya Echazarreta siempre fue una niña curiosa. “¿Por qué?”, era parte inherente de su vocabulario. Hasta la fecha, nos pregunta: ¿por qué México no es potencia en la industria aeroespacial? ¡Aquí vivían los expertos en astronomía, forjemos la industria mexicana!

Katya Echazarreta siempre fue una niña curiosa. “¿Por qué?”, era parte inherente de su vocabulario. Hasta la fecha, nos pregunta: ¿por qué México no es potencia en la industria aeroespacial? ¡Aquí vivían los expertos en astronomía, forjemos la industria mexicana!

Aquella niña no se creía que el conejo vivía en la luna, cuestionaba todo lo que se veía y lo que no. “Yo tenía tantas preguntas, quería saber todo. Muy curiosa. Hasta me regañaban en la escuela y en la casa por ser tan preguntona, hasta se escondían de mí porque no podían más (ríe). Miles y miles de preguntas”, nos explica.

Simplemente “quería entender, quiénes somos, cómo llegamos aquí, cómo se desarrollo todo lo que vemos alrededor. Hasta preguntas simples cómo: ¿por qué el cielo es azul? ¿por qué oscurece? ¿la luna qué es, por que la vemos a veces sí y otras, no? ¿las estrellas por qué cambian de posición?”.

Una pregunta la llevaba a otra, así ingresó a la complejidad del sistema solar y el universo. Llegaron preguntas existenciales: ¿cómo llegó el universo? ¿quién lo creó? ¿qué está pasando? Su madre optó por enseñarla a investigar y a resolver sus profundos cuestionamientos sobre la vida, el humano, la tierra y el espacio.

A temprana edad se le dijo la verdad: “Esta es una respuesta, pero si no conoces estas palabras porque todavía no tienes lo necesario para entender, estudia esto y esto”. Ella fue respondiendo sus cuestionamientos. “Fui muy afortunada”, reconoce la hoy astronauta mexicana.

Katya a las 26 años se convirtió en la primera mujer mexicana en lograr una misión espacial. Eso la volvió una persona espacial, especial. ¡Y le encantó! Tanto que ahora Katya es la que quiere bajar la luna, las estrellas, la Vía Láctea y el universo a la juventud mexicana. Su misión es conquistar la mentalidad de los muchachos de esta generación y convencerlos que son capaces de transformar la industria aeroespacial.

Reconoce que ya no se pertenece, a partir de aquel momento, cada motita de su organismo le pertenece a los mexicanos y desea dejar un legado.

“Katya Echazarreta nos pertenece, me dijeron unos niños. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Exactamente ya lo sentía, pero nunca lo había dicho de esa manera. Reconocí que sí, yo siento que soy de todos. Soy una persona que está aquí para trabajar, para luchar. He logrado cosas increíbles, todo lo he logrado con preparación y trabajo, tuve oportunidades para aplicar becas y trabajos de ingeniería en la NASA, para una misión espacial, pero es para ayudar a más personas que nacieron en un país (como México) y que no tienen oportunidades”.

Hace pausa unos segundos y reflexiona: “Mi misión de vida nunca fue viajar al espacio, nunca fue trabajar en ingeniería espacial, aunque de niña soñara con eso. MI misión de vida es hacer todo lo posible para que más mexicanos y latinoamericanos puedan tener esas mismas oportunidades también”.

Ubicando a México

México cuenta con tres ubicaciones geográficas super importantes para la industria aeroespacial en el mundo. Pero de entrada, el país tiene que ser dueño constitucionalmente de su espacio en la troposfera, estratosfera, etc., para poder gestar talento, desarrollar tecnología propia y atraer inversión para la industria aeronáutica, conquistar el mundo convirtiéndose en potencia espacial. Dejar de vender oro y comprar espejitos. No por nada en esta región estaban los otrora expertos astronómicos del mundo prehispánico. ¡La ubicación de nuestro país es única!

“Si queremos ser parte de todo esto, tenemos que estar preparados. No es falta de talento, aquí nos falta creer que podemos y prepararnos. Podemos desarrollar tecnología propia”, añadió.

Katya sabe que vive un tiempo diferente al que le tocó a Nery Vela, el primer astronauta mexicano. Legado que continuó José Hernández y ahora ella. Todos son parte de una estela de condensación que marca el camino de un cuerpo en movimiento.

“Lo que queremos lograr, es que pueda suceder para los mexicanos, lo que imaginamos al comenzar estas actividades… Como mexicana y también como migrante, reconozco lo complicado, lo difícil que es realmente y lograrlo en Estados Unidos. Si analizamos la historia, debemos reconocer la importancia de lo que José Hernández hizo. Es una gran inspiración. Hay que trabajar constantemente, seguir buscando hasta conseguir desarrollar algo que no existe… En 20 años, yo quisiera ver un grupo de astronautas mexicanos ya formados, construyendo tecnología espacial propia, ya con bases de lanzamiento”.

Personas Espaciales, es el primer Congreso Aeroespacial en México que pretende abrir una ventana de oportunidades para la juventud latinoamericana. Antes de que termine el año, Katia tiene dos misiones especiales, para ambas necesita apelar a sus raíces: una será convertirse en madre, y la otra, lograr el renacer de México como potencia a la era aeroespacial.

Texto: Adriana Luna / Fotos: Especial

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