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Lactancia en duelo, más allá del amor

Amamantar a un bebé es un acto de amor. Pero lactar en duelo para que otros bebés se beneficien de la riqueza de la leche materna, va más allá del amor, se requiere empatía y compasión.

Foto Principal crédito: Pixaby.

Amamantar a un bebé es un acto de amor. Pero lactar en duelo para que otros bebés se beneficien de la riqueza de la leche materna, va más allá del amor, se requiere empatía y compasión.

Daniela tuvo a su bebé Edith, en el Hospital Civil de Guadalajara, lamentablemente la criatura no sobrevivió. Ella tenía que permanecer hospitalizada hasta que su salud lograra estabilizarse. Su cuerpo segregaba leche. Ella tenía otra hija de un año de edad, pero no podía lactarla porque no radicaba en la ciudad.

En medio de un gran dolor en su corazón por la muerte de su bebé y la separación de su otra hija, decidió donar su leche (que consideraba muy valiosa como para tirarla), preguntó si era posible darla para algún recién nacido hospitalizado que la necesitara. Así surgió Lactancia Mariposa, que es un programa implementado el pasado mes de febrero, mujeres en duelo donan su leche para bebés recién nacidos que se quedaron sin mamá.

En un círculo totalmente virtuoso, la leche se vuelve un tejido valioso que puede salvar la vida especialmente de bebés prematuros y huérfanos. En cuatro meses, siete mamás en duelo han decidido donar su leche mientras permanecen en el hospital.

Leche madura de lado izquierdo.. calostro de lado derecho

“Es un protocolo nuevo, todavía no tenemos lineamientos. Antes se creía que una mamá cuando estaba en duelo, si decidía lactar iba a ser un momento más complicado. Que si nosotros ayudábamos a que esa lactancia fuera eficaz y que la mamá estuviera extrayendo leche, se pensaba que iba a tener duelo más complicado, que la mamá difícilmente pudiera aceptar una realidad y que le iba a doler más el proceso de muerte de su hijo”, explicó Miriam Reyes Garibay, enfermera tanatóloga del Código Mariposa.

Sin embargo, con el paso del tiempo se ha constatado que cuando la mamá lacta en duelo, su cuerpo igual segrega hormonas, como la oxitocina, y eso le ayuda a sanar emocionalmente porque tiene dosis altas de felicidad.

“Nos damos cuenta que el duelo no va a desaparecer, no se trata de decir que con la lactancia ya no va a haber duelo o dolor, pero ayudan estos neuro-moduladores que produce la lactancia. Esa prolactina y oxitocina que son hormonas que se liberan durante la lactancia, también ayudan como si fueran como ‘flotis’ de una carga emocional. Cuando las mamás están la habitación mariposa, a todas se les da la información sobre donación de leche, para que sepan que hacer con su lactancia”, añadió.

El cerebro de una madre que tuvo a un bebé, no sabe si está bien o si murió, por lo que el cuerpo de todas formas segrega leche.

“El cuerpo reacciona a una maternidad, que la estén viviendo de una manera diferente es otra situación. Nosotros no podemos decidir: ¿qué hacer con la leche? Por eso a toda mamá se le brinda la información, se dignifican estas lactancias y puerperios sin bebé. Ellas decidan si donan o no donan la leche. Si ellas dicen: ‘yo quiero donar, quiero re-dignificar la muerte del bebé ayudando a otro bebé, se les explican las técnicas (de lactancia) y comienza a hacerse la historia clínica. Nos veían raro al principio porque es un tema tabú. No habíamos logrado ninguna”.

Hasta que llegó Daniela, citada al inicio del artículo. Y cuál fue la sorpresa de médicos y enfermeras, al enterarse que ¡de una mama salía calostro y de otra salía leche madura! Esto abrió todo un ventanal de oportunidades para alimentar a otros bebés y mostró el camino para el Programa de Lactancia Mariposa.

Desde entonces a todas las mamás se les da la información, es un proceso totalmente voluntario. Se hace una historia clínica, se revisan antecedentes: “como cuando donas sangre se ven los grupos de riesgo. No debe tener tatuajes en el último año, que cuenten con un sistema inmunitario validado. Se les pregunta si no tienen diabetes o fibrosis, qué medicamentos toma. Se realizan serologías para confirmar que la leche es segura, se hacen pruebas rápidas de VIH, Hepatitis, VDRL, una vez que salen negativas se demuestra que la leche es segura y se manda a bancos de leche”. Las mamás donadoras de leche reciben un diploma por su ejemplo de empatía y altruismo.

Todavía falta mucho por aprender sobre la lactancia en duelo, pero en el inter se salvan las vidas de muchos bebés huérfanos de madre que reciben la leche donada por estas mamás en etapa mariposa que tienen sus senos repletos de amor, de empatía y de compasión que nutren no solo el cuerpo, también el alma. Salvando a otros y a ellas mismas.

Texto: Adriana Luna / Foto: Especial

 

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