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Restaurar desde el origen, clave para salvar fincas históricas

México ha perdido grandes edificios históricos por un mal concepto modernista o por rehabilitaciones atroces que terminan siendo costosísimas porque sentencian la finca, el arte y la historia. Laurent Coquemont, de origen francés, especialista en conservación y restauración de patrimonio en cal y tierra actualmente enseña a jóvenes tapatíos a recuperar la historia y la riqueza de antiquísimas fincas de Guadalajara.

México ha perdido grandes edificios históricos por un mal concepto modernista o por rehabilitaciones atroces que terminan siendo costosísimas porque sentencian la finca, el arte y la historia. Laurent Coquemont, de origen francés, especialista en conservación y restauración de patrimonio en cal y tierra actualmente enseña a jóvenes tapatíos a recuperar la historia y la riqueza de antiquísimas fincas de Guadalajara.

“Es una pena porque se ha desvalorizado el patrimonio. ¡Es tiempo de parar! Todavía quedan muchos edificios históricos por restaurar y mantener.  Mi misión es simplemente enseñar que se puede restaurar una casa antigua que forma más económica. El costo de la restauración de una casa no está en hacerlo, está en mantenerlo. Si lo haces mal vas a tener patología y desorden, es muy costoso. Es mejor hacerlo bien”, nos cuenta.

Coquemont colabora con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tiene más de 35 años de trayectoria en la rehabilitación de fincas antiguas. Se ha ganado el reconocimiento de la UNESCO por participación en obras como la Alhambra, España. Él sostiene que la clave para rescatar esos edificios arquitectónicos históricos es muy simple: respetar la originalidad del arte.

“No crear desorden, ni patología. Hacer que el edificio siga funcionando como ha sido diseñado  en origen. Es muy importante utilizar material que se adapte, que esté en armonía con lo que ya existe, si es posible el mismo, o por lo menos que sea compatible. Si es tierra, usar tierra; si es cal, no le voy a meter cemento o una pintura plástica porque sé que tiene que respirar ese material. Es lo principal, respetar el sistema constructivo original”, detalla.

A Guadalajara, a Jalisco y a México le hace falta formar restauradores para poder salvar la riqueza histórica que se tiene, desde antes de la época colonial: “Hace falta mano de obra especializada pero a todos los niveles, desde técnico-superior, arquitectos albañiles, pintores, es toda una cadena”.

El maestro rehabilitador está brindando diversos talleres en Guadalajara, como parte de los proyectos de restauración de fincas en el Paseo Fray Antonio Alcalde. Los alumnos están fascinados por los conocimientos adquiridos en el arte del manejo de materiales como la cal, la tierra y sus aplicaciones en la construcción.

Coquemont creó su propio método de rehabilitación. Es co-creador de la formación europea titulada en restauración. Se encuentra en México creando su propia academia que se centra en expander el arte-oficio.

“Es una transmisión de saberes. Estoy creando brotes, el interés está creciendo. Hay mucho que hacer, los oficios están desapareciendo. Tenemos material ‘modernos’ pero no adaptados a los edificios antiguos. Sí está renaciendo, cada vez más personas se interesan”.

Para el rehabilitador europeo la modernidad tiene que adaptarse a los edificios históricos, en contraste a lo que se ha hecho por varios siglos, destruir las construcciones antiguas para dar paso a la modernidad. Los grandes proyectos de construcción de edificios o de transporte masivo pueden convivir con el legado histórico.

“(En las grandes urbes) si creamos vibración van a dañar los edificios antiguos, hay que cuidar lo que se hace. Igual cuando se hace una acera, hay que pensar que va a impedir a la base del muro respirar. Hay que crearle una rigola (una faja de adoquines o losetas) de respirabilidad. En ese proyecto hay que tener cuidado. Si pasa un tren a un lado del edificio se sabe que va a temblar, también en una avenida donde transitan muchos camiones, las casas vibran y se deterioran, hay que tener mucho cuidado”, enfatizó.

Mayor cuidado debe tener cuando se implementan sistemas de trenes en las cercanías de templos antiguos que no tienen cimentación profunda y que están hechos de adobe: “es mejor optar por zonas peatonales, evitando al máximo el tráfico”. De lo contrario, en un sismo intenso la finca, la historia, el arte, la riqueza ancestral será destruido.

Texto: Adriana Luna

1 Comentario

  1. Gabriel De Lille Buenfil

    marzo 28, 2024 at 6:54 am

    Conozco al maestro Laurent Coquemont, le estoy muy agradecido por dar tanta información precisa, didáctica, esencial en la construcción antigua. Lo considero el mejor maestro en su rama y lo recomiendo ampliamente a cualquier interesado en la rehabilitación o construcción con materiales naturales principalmente tierra y cal.

    • Adriana

      septiembre 28, 2024 at 11:26 am

      Sí, es un personaje inspirador. Muchas gracias por su lectura. Un abrazo

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