El médico bariatra José Antonio Castañeda Cruz se especializa en transformar las mentes, los cuerpos y las vidas de sus pacientes. No se trata solo de operar mangas gástricas. Primero convence a la persona sobre lo vital de dejar atrás la obesidad mórbida y tener una nueva vida.
El 4 de marzo es el Día Mundial contra la Obesidad. La mayoría de mexicanos le da vuelo a la gastronomía rica en grasas y azúcares, además del consumo de bebidas gaseosas durante gran parte de su vida. No es extraño entonces, observar cuerpos obesos y enfermos. Muchos piensan que si se complica la situación, se solucionará con la cirugía bariátrica, como si fuera estética.
Sin embargo, el doctor Castañeda de origen mexicano, que está entre los más reconocidos en el mundo, nos advierte que tener un cuerpo sano implica concientización, disciplina y buenos hábitos alimenticios.
En 2015 sólo había un cirujano de obesidad en todo México. La bariatría era considerada una especialidad compleja tanto por la técnica de intervención quirúrgica como por el manejo del paciente y riesgos de comorbilidades. Sus compañeros en la universidad querían ser cirujanos generales, lo veían raro cuando expresó que quería ser cirujano bariatra.
Pero nada le impidió viajar a Barcelona, España para ser pupilo del maestro Carlos Ballesta. Después se fue a Santiago de Compostela para aprender nuevas técnicas en obesidad extrema. Tiene especialidad también en tratamiento de pacientes con diabetes, aprendió del famoso médico oriundo de la India, R. Surendra.
“Significa un reto tratar al paciente con obesidad. Es una bomba de tiempo. Son pacientes difíciles de controlar, por los cuidados. Es un tema que me ha apasionado”, nos comenta.
La obesidad provoca que se desencadenen otras enfermedades como la diabetes y la hipertensión, los daños en columna vertebral e incluso “se ha disparado el cáncer de ovario, de mama y endometrio en mujeres y en varones el cáncer de testículo, próstata y colón. Cada vez se ven más situaciones que ponen en graves problemas a los pacientes. La gente piensa que a ellos no les va a ocurrir y que es poco probable enfermarse por el sobrepeso y la obesidad. En realidad, por desgracia hay mucha desinformación”.
México luego de Estados Unidos es el país con mayor obesidad en el mundo. Pero, ¿qué es la obesidad? El especialista nos responde: “obesidad es una enfermedad cuando hay acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. La determinamos a través del índice de masa corporal, es una fórmula que divide el peso y la talla al cuadrado, nos da una idea de si el paciente tiene sobrepeso. Si la fórmula arroja de 25 a 29, la persona ya tiene sobrepeso. Si tiene más de 30 de índice de masa corporal es catalogado como obesidad. Más de 40 es ya obesidad mórbida, indica que ya tiene problemas graves de salud como diabetes, hipertensión, riesgo de cáncer”.
Si tomamos en cuenta la medida de la cintura, en el hombre mide más de 102 centímetros y en la mujer más de 88 centímetros ya son pacientes que lo más probable es que ya tengan otro problema como hipertensión, diabetes, alguna enfermedad cardíaca o dislipidemia, que significa altos niveles de colesterol, triglicéridos, que lo vuelve más vulnerable a morir por complicaciones de salud.
¿Hay más mujeres obesas que varones? ¿Por qué hay mayor vulnerabilidad y en qué edad?
“La mujer tiende a acumular mayor cantidad de grasa, por cuestión hormonal. En la menopausia, vemos mayor incidencia, además de la obesidad, de cáncer. Tan sólo por el hecho de los factores hormonales que juegan un papel importante, la mujer tiende a acumular más grasa de lo normal sobre todo en extremidades inferiores. Lo peligroso es que sin importar género, por cada cinco unidades arriba del índice de masa corporal aumenta 30% la mortalidad”.
El tratamiento contra la obesidad implica atención multidisciplinaria, especialmente si el paciente ya ha intentado bajar de peso por diferentes métodos y no lo logra, requeriría una cirugía bariátrica, que de ser opción debe analizarse seriamente.
“En la edad adulta, a partir de los 25 años los pacientes suelen tomar la decisión de operarse porque ya se sienten mal. La obesidad y las enfermedades los alcanzaron y a pesar de sus esfuerzos no logran bajar de peso y toman la decisión de operarse. Hay dos tipos (de determinación): las decisivas y las circunstanciales”.
Las decisivas son “cuando te ves gordito y empiezas a preocuparte, recurres a una cirugía antes de que la enfermedad te alcance. Las decisiones circunstanciales son cuando ya llevan varios ingresos a Urgencias por infartos y otros padecimientos y dicen: ‘ya me quiero operar porque sino me voy a morir’. Es como una avalancha de nieve, si la dejas pasar se vuelve más grande”.
El doctor Castañeda intenta primero cambiar la mental de su paciente sobre la importancia de cambiar sus hábitos alimenticios, ya que una cirugía bariátrica no es la varita mágica para bajar de peso. Se requiere disciplina y psicología bariátrica porque “la parte emocional es importante, concientizar lo que puedes hacer por tu vida, por tu salud. Si tienes un paciente con ansiedades por el (consumo) azúcar, son pacientes que intenten lo que intenten no van a poder salir adelante (solos). ¿Cuántas personas no pasan horas y horas en el gimnasio y las ves gorditas? Cuando se someten a estrés ¿Qué les pide su cerebro? Ingerir azúcar”.
El 70% de sus pacientes se comprometen a cambiar sus hábitos para que la cirugía pueda funcionar. “No estoy para endulzarles el oído. Les digo las cosas como son y eso ha funcionado. Tengo pacientes que son ejemplo (de disciplina), con una transformación de su cuerpo increíble, con un cambio en su mentalidad y disciplinados”. Le buscan pacientes que provienen de Estados Unidos, Canadá y Europa.
Su paciente emblemático es Juan Pedro Franco, quien llegó a pesar 590 kilos y era considerada una de las personas más obesas del mundo. Durante su carrera profesional ha practicado más de 8 mil cirugías. Observar esos cambios drásticos en la mente, cuerpo y vida de sus pacientes, le ayuda también como profesional médico en lo emocional y le convence de la importancia de salvar vidas y de ser un buen ejemplo.
Texto: Adriana Luna