Mónica recibió de su hija Diana el mejor consejo de vida: ‘¡Promete que seguirás con tu vida!’. Entonces la madre por fin dejó de llorar y comenzó a vivir realmente el tiempo que puedan estar juntas.
Mónica se puso feliz cuando se enteró que sería mamá, pero al nacer la niña fue diagnosticada con insuficiencia renal. Desde entonces, hace 11 años, el hospital ha sido su segunda casa.
Diana recibió hace cuatro años un trasplante de riñón, pero durante la pandemia de COVID-19 su cuerpo rechazó el órgano. Actualmente se prepara para una segunda intervención quirúrgica. La pequeñita aprendió un nuevo lenguaje en el mundo de los riñones.
Con sus 11 añitos explica como una experta los procesos y terapias a los que es sometida: TR, hemodiálisis, quirófanos y nombres de fármacos que pronuncia con naturalidad como la Eritropoyetina.
Cuando se enteraron que el cuerpo de la niña estaba rechazando el riñón trasplantado, Mónica se derrumbó, fue entonces cuando recibió el mayor consejo de vida proveniente de su niña: “¡Por favor, no vayas a llorar! No quiero verte flaquita, flaquita, ni verte llorar por las noches. ¡Prométeme que vas a seguir con tu vida!”.
Entonces Mónica comprendió todo, la fortaleza emocional de su niña depende de ver a su cuidadora fuerte y estable. Entonces le prometió que juntas enfrentarían cualquier reto. El doctor les ha confirmado que Mónica puede ser donadora de riñón para que Diana siga viviendo.
Para ello, ambas deben seguir una dieta rigurosa, casi no puede consumir proteína. Sin embargo, al estar en una etapa crucial de crecimiento requiere nutrirse. Esto ha sido un reto para la niña hasta en las fiestas infantiles.
“Es muy difícil que en fiestas y reuniones encuentre comida de mi dieta. A veces no voy a reuniones por miedo a no encontrar alimentos, ni agua. Ha sido muy difícil porque antes tomaba 2 litros de agua al día, ya no puedo porque mis riñones dejaron de funcionar, dejé de orinar y empecé a hincharme. La gente me ofrece bebidas que no puedo. ¡Creo que hace falta mucha educación sobre salud renal! Hay personas que tienen miedo donar, tal vez si levantamos la voz, más personas puedan ser trasplantadas”, nos explica.
La historia de Diana es sólo una, hay 16,342 enfermos renales en espera de un órgano, según el Registro Nacional de Trasplantes. Hay una brecha enorme entre la demanda de órganos y la donación altruista cadavérica. En 15 años, los receptores en espera de trasplante aumentaron 237%.
Josué Luna
octubre 5, 2023 at 1:18 am
Excelente Historia. Espero pronto tenga un nuevo riñón
Gina
octubre 5, 2023 at 3:39 am
Sería super bien que por ley fuera donación automatica a todos, y que no se haga solo al que vaya a documentar que no quiere. Y como es la cultura de que todo se deja para después entonces habría muchos trasplantados. Apoco no.