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Amor sin discapacidad

Amor sin discapacidad

El secreto para el amor es la negociación, dice sin dudar Lety, quien tiene 14 años de relación con Leo.

El secreto para el amor es la negociación, dice sin dudar Lety, quien tiene 14 años de relación con Leo. De estos, tres años han sido en el vínculo matrimonial. Leticia Montiel tiene parálisis cerebral, desde su nacimiento y Leo fue diagnosticado con espina bífida, así que ambos están postrados en silla de ruedas, pero eso no es impedimento para amarse, bailar y divertirse. Ella es licenciada en piscología, especializada en educación infantil incluyente; mientras que Leo es administrador en la empresa familiar y tiene su propia marca de café: King coffee.

Lety recuerda ese momento en el que su novio le entregó el anillo de compromiso.

“Me acuerdo que le dije a Leo en broma: ‘yo me caso antes de los 30 contigo o sin ti’ -se carcajea-. Él sonrío y dijo: ‘Ok’. Entonces rápido organizó la entrega del anillo, en pleno escenario en el concierto de Yahir. Me cayó de sorpresa. Me subieron al escenario y yo pensé que era para saludar al cantante. Nunca vi que venía Leo atrás de mí. Según yo iba sola con Yahir. Y, cuando me voltearon, que veo al novio. Dije: ‘esto ya no es normal’. Recuerdo que se hincó y dijo que quería compartir su vida conmigo. Y yo lo veía, luego volteaba a ver a Yahir. ¡No sabía si decidirme por él o por Yahir! Entonces, volteaba a ver a toda la gente y pensaba: ‘si digo que no, hay mucha gente. ¡Qué vergüenza! Pobre Leo. Mejor le digo que sí y luego abajo del escenario hablamos’. Entonces yo dije que sí, ¡pero le dije a Yahir!”, dice con sonrisa pícara.

Toma aire y continúa relatando: “cuando bajé del escenario me cayó el veinte y me pregunté: a ver, ¿qué es lo que quiere Lety? ¡Sí, sí quiere! Y ya, un año después nos casamos. Sí me gusta mucho la vida de casada. Se trata de llegar a acuerdos, como todas las parejas. Ha sido muy padre, muy llevadero. Leo es un hombre muy flexible, muy atento, muy servicial. Me apoya en todo lo que hago. Yo también lo apoyo mucho”, añade con voz cariñosa.

Por su parte, Leo dice estar conquistado por la fortaleza y empuje que tiene su esposa.

“Siempre tiene sueños, quiere lograr sus objetivos y siempre los logra. Eso me enamoró de ella. Siempre la veía activa. Eso me pareció muy interesante. Hice mi esfuerzo por conquistarla y gracias a Dios se dio”.

Ellos se ven casados varias décadas a futuro, “bien viejitos”, ambos sueltan la carcajada.

“Nos veo emprendiendo. Triunfando cada uno. Viajando”, dice Lety.

“Si Dios quiere, formando una familia, educando a los niños. Lo hemos hablando y estamos abiertos a todas las opciones, sí nos gustaría tener dos o tres hijos”, propone Leo.

“Sí, yo aquí los cargo y los paseo -refiriéndose a la silla de ruedas-. Diosito es el único que sabe si nos manda bebés”, contesta Lety con una sonrisa enorme y unos ojos brillantes.

El amor es un vínculo perfecto de unión’, dice un proverbio bíblico. Lety y Leo forman una pareja encantadora y disfrutan de un amor sin discapacidad. Ambos tienen tanto cariño, que hasta les alcanza para colaborar en el CRIT Occidente (Teletón) y en asociaciones civiles a favor de la inclusión. Apoyan a niños con diversas discapacidades y a sus padres para que disfruten la vida juntos.

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